Más aplicaciones de crowdsourcing

Uno de los temas que más me llaman la atención en estos tiempos es el concepto de crowdsourcing. Os enlazo con el artículo en inglés, porque los ejemplos que he visto en el artículo en castellano no me han motivado del todo (parece que a veces se refiere más al software colaborativo).

El término, aunque probablemente ya lo hubiera escuchado antes, empezó a serme familiar a raíz de una presentación de Jane McConigal que ya comenté en este mismo blog (mi primera auto-referencia, ¡qué ilu!).

Para los que desconozcáis el concepto, además de mandaros leer el mega post que enlazo arriba, os comento que se trata “simplemente” de aprovechar las posibilidades que hay hoy en día, de poner en contacto a miles, millones de personas.

Si esta masa (¡qué diría Ortega de esto!) de personas en lugar de dedicar su tiempo y esfuerzo a, digamos, rellenar sus perfiles de Facebook o mandarse vídeos de YouTube, lo dedica, de una manera ordenada y dirigida, a un objetivo común, los resultados pueden ser impresionantes. El mejor ejemplo que tenemos entre nosotros es la Wikipedia.

Sin embargo, existen otros muchos proyectos más que explotan este concepto. En la presentación de McConigal se mencionan el de plegado de proteínas, por ejemplo, o el de clasificar imágenes de Google.

Hoy en día es más fácil poner a miles de personas a realizar una tarea que es rutinaria para nuestro cerebro que desarrollar un algoritmo que realice la misma función.

En ese sentido, me he encontrado dos proyectos que quiero compartir con vosotros.

El primero de ellos, que probablemente sea muy conocido pero que yo desconocía, es el servicio de Amazon, Amazon Mechanical Turk que permite a empresas establecer tareas mecánicas para que sean resueltas por usuarios voluntarios, que reciben a cambio una pequeña cantidad de dinero.

Por ejemplo, puedes encontrar que te vayan a pagar 0.02$ por extraer el nombre de un producto, a partir de una cadena de texto que lo describe. 0.02$ no es mucho dinero, pero la cuestión está en que existen más de 5000 cadenas que analizar, con lo que un usuario puede obtener cierta cantidad de dinero.

De la misma manera, hay “premios” por escribir breves artículos sobre jardinería, resolver preguntas de matemáticas o introducir en una tabla los horarios de los servicios de una parroquia dada.

Pero lo más interesante son los estudios “científicos” que pueden encontrar aquí mano de obra: reconocer objetos en 3D o distinguir entre patrones aleatorios o pseudo-aleatorios son algunos de ellos.

El otro proyecto que he visto, me parece precioso. Lo organizan el MIT junto con el DARPA. Aquí tenéis el link.

Como podéis leer, consiste en encontrar en el cielo de los Estados Unidos 10 globos rojos que fueron soltados el 5 de Diciembre. La idea es pagar 40.000$ al equipo que primero encuentre los 10; pero hay más, que es donde esto se pone interesante.

Un usuario que quiera participar se crea un cuenta y, con ella, puede invitar a más usuarios.  El primer usuario que dé las coordenadas de un globo recibirá 2000$. Pero el que le haya invitado ganará 1000$, y el que haya invitado al que le haya invitado 500$, y etc, etc.

Y los organizadores lo que esperan ver es como estos equipos con capaces de organizarse a través de redes sociales. Más aún, estudiar con qué velocidad se transmite la información a través de estas redes, y como personas que se encuentrar en lugares muy alejados son capaces de organizarse para cumplir esta tarea.

A ver qué pasa al final con este reto.

Conseguir que estos proyectos sean útiles y “divertidos”  es, sin lugar a dudas, una de las actividades futuras que podremos desarrollar (algunos de) los diseñadores de juegos.

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